El símbolo del Caos fue diseñado por Jim Cawthorn en 1962 para un libro de Elric de Melniboné, siguiendo las indicaciones del propio autor, Michael Moorcock. No faltan, sin embargo, teorías que lo sitúan como un símbolo mucho más antiguo.

En el presente texto, la autora Nieves Guijarro nos habla del proceso utilizado por el escritor y músico madrileño Francisco Mesa Fernández para componer la música basada en el libro La cruz y el cerdo, un proceso fascinante que toma como ingredientes fundamentales el Caos y las Matemáticas.

La edición de mi segundo trabajo, La cruz y el cerdo, no fue sólo fue un camino lleno de aprendizaje y satisfacción personal. Durante el proceso de creación experimenté con diferentes técnicas para alterar mi estado de conciencia y lograr algo parecido al fluir que tanto fascinaba a los surrealistas, aunque con matices que explicaré en otra ocasión y que sugerían el contacto con entidades (por llamarlas de algún modo) que supieron dictarme, o eso me pareció, lo que tras múltiples correcciones terminó convirtiéndose en el espinazo de la obra. El trabajo minucioso de Ediciones Vernacci fue decisivo para que este trabajo acabara encontrando un cuerpo adecuado, así como el recibimiento que la criatura, una vez terminada, encontró entre extraños y no tan extraños. Parte del regalo que ha sido para mí La cruz y el cerdo, ha sido comprobar la importancia del calor humano.

            Una muestra de este calor está en el talento de mi amigo Francisco Mesa Fernández, escritor y músico. Para componer sus piezas musicales, Francisco utiliza un método muy especial que explica de la siguiente manera:

«Mi música ha sido compuesta a través de ecuaciones matemáticas (del Caos, en este caso), a través de un programa de composición automática. La idea es sencilla, yo implemento mediante programación (Java o C++) un algoritmo cuyo comportamiento se basa en la estructura de una ecuación matemática. Poniendo este algoritmo en bucle con un punto de partida (un número que debe ser representativo de la función que se va a usar), obtenemos una secuencia de números que mediante uso de API (herramienta que un programador puede usar para realizar funciones complejas en su código) se utiliza para interactuar con la tarjeta de sonido. De esa forma transformo la secuencia numérica de una ecuación en una pieza musical. Éstos algoritmos, funcionando al unísono en determinadas escalas y compases, son lo que ha dado lugar a Sinfonías de Otros Mundos».

(Blog Caosfera – viernes, 25 de septiembre de 2020)

            Cuando habla de Sinfonías de otros mundos, se refiere a una colección de vídeos disponibles en su canal , donde comparte una serie de piezas musicales que son resultado de este curioso método. Si hay algo de gran importancia en La cruz y el cerdo son las cifras, por lo que la colaboración con Francisco no se hizo esperar. Desglosé la obra en valores numéricos, tal y como me indicó, y él los usó para poner en marcha las pertinentes ecuaciones del Caos. Por supuesto, se leyó antes la obra y compartimos impresiones sobre la misma; no fue cosa de un día. Sólo puedo agradecer profundamente su tiempo y ayuda, ya que sin él, no sabríamos a qué suena La cruz y el cerdo.

            Estimados amigos y amigas, sin más dilación os dejo la lectura musical de La cruz y el cerdo, el sonido universal del Caos que refleja, cifra a cifra, ritmo a ritmo, las entrañas de una obra surgida de lo más profundo de mis adentros. Son los cantos de las cruces, son los cantos de los cerdos…

Nieves Guijarro

  1. Lo que traen las aves de Ficatum

2. La triunfal marcha del ejército salvaje

3. El libro del carnero – Prefacio

4. El libro del carnero – La justicia de Zero